Tema: La puerta estrecha.
Texto: Lucas 13: 22-30.
En este pasaje, Jesús nos habla de que la vida cristiana se
caracteriza por entrega, sacrificio, entrega, dedicación, disciplina. La
palabra griega para esforzarse es “agonozimai”, de donde viene la palabra
agonizar. Jesús compara la vida cristiana, no como una montaña, una pared, sino
como una puerta estrecha. Miremos la sencillez de su enseñanza. El ilustra la
vida cristiana como una puerta, algo que diariamente nosotros usamos. El no
responde con información de sí o no, el no usa datos ni estadísticas. El habla
simplemente de una puerta. Veamos las características de su metáfora.
1.
El pudo haber hablado de una
ventana, montaña, o pared. El nos habla de algo tan sencillo, pero a la vez,
tan importante, en todas las culturas, sociedades, se conoce el uso de una
puerta. Es importante saber en qué lado de la puerta uno esta, uno puede estar
fuera o dentro de la puerta, la puerta es algo muy sencillo, pero marca una
diferencia
transcendental-
2.
El habla de la puerta. Lo que
nos indica que solo hay una puerta, no hay dos ni tres. Ésta puerta es única.
3.
Es una puerta estrecha. A nadie
le gusta una puerta estrecha, siempre preferimos las puertas anchas,
4.
Después de atravesar esta
puerta hay un camino estrecho. Lo que nos habla del continuo sacrifico y
esfuerzo del creyente en su vida cristiana. Jesús no dijo lo fácil que era
seguirle a El para tener una gran cantidad de seguidores. Ven a Jesús que El te
prosperará, te librará de todos tus problemas, ese es un camino ancho y un
camino fácil. Muchos de sus discípulos se escandalizaron, y El les dijo
:”Queréis iros también vosotros”(Jn.6:66)
5.
Esta puerta está abierta. En la
época de Noé, Dios cerró la puerta, lo mismo ocurrió en la parábola de las 10
vírgenes. Hoy es el día de salvación, mañana puede ser tarde.
6.
Se necesita esfuerzo para
entrar por ella. De nada sirve conocer la puerta, su tamaño, su color, lo
importante es entrar por al puerta.
Aunque la doctrina bíblica dice que nuestra salvación es
única y exclusivamente por la gracia de Dios, esto no niega la enorme
responsabilidad qué tenemos de cuidar nuestra salvación y de ocuparnos
constantemente en ella.
Ps.José Piza Nivela.
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