Hechos
7:23-29: Y cuando cumplió la edad de cuarenta años, le vino a su corazón el
visitar a sus hermanos, los hijos de Israel.
Y viendo a uno que era maltratado, lo defendió, y matando al egipcio, vengó al
oprimido. Y él pensaba que
sus hermanos entendían que Dios les había de dar libertad por su mano; pero
ellos no lo habían entendido. Y
al día siguiente, riñendo ellos, se les mostró, y los ponía en paz, diciendo:
Varones, hermanos sois, ¿por qué os maltratáis el uno al otro? Entonces el que maltrataba a su
prójimo, le empujó, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez sobre
nosotros? ¿Quieres tú matarme,
como mataste ayer al egipcio? Al oír esta palabra, Moisés huyó, y se hizo
extranjero en tierra de Madián, donde engendró dos hijos.
Este pasaje nos habla la
historia del gran siervo de Dios llamado Moisés. La preservación de la vida de
Moisés, sin duda alguna, fue un acto sobrenatural de la soberanía de Dios.
Moisés tenía la plena convicción de que Dios lo usaría como un instrumento
poderoso para la liberación de la esclavitud del pueblo de Israel.
El verso 25 dice
claramente lo siguiente: “Y él pensaba
que sus hermanos entendían que Dios les había de dar libertad por su mano;
pero ellos no lo habían entendido”.
No sabemos cómo Moisés llegó a entender el propósito de su
llamado, Dios en su gracia usa diferentes métodos, lo importante es que Moisés
estaba plenamente consciente de que Dios lo usaría para traer bendición a sus
hermanos los hebreos.
Es por esta razón que a la edad de 40 años, le vino a su
corazón la idea de visitar a su pueblo.
Analicemos entonces este pasaje:
1. La idea que le nace a Moisés, es una idea carnal. No fue el Espíritu Santo el que
puso esta idea en el corazón de Moisés. Esta idea es producto de su alma, de
sus emociones. ¿Cuántas actividades hacemos en la iglesia que solo son producto
de nuestra imaginación o producto de nuestras emociones?
2. Toda idea carnal, nos lleva a realizar acciones carnales. La idea de Moisés termina llevándolo a cometer una acción
carnal. El al ver que un egipcio maltrataba a un hebreo, lo mató. Mire el
texto: “Y viendo a uno que era maltratado, lo defendió, y matando al egipcio,
vengó al oprimido.”Toda idea carnal termina en muerte. Moisés mató al egipcio y
lo ocultó en la arena.
3. Nuestras acciones carnales siempre serán descubiertas, aunque las
ocultemos en la arena. De hecho, no
importa donde las escondamos, lo putrefacto, lo corrupto, lo mundano qué
hagamos, por más que lo tratemos de ocultar siempre saldrá a la luz.
Todo esto se debió a que Moisés se
adelantó al llamado de Dios. Moisés estaba consciente del propósito de Dios, pero
lamentablemente se adelantó al tiempo de Dios. Quizás Moisés pensaba qué cómo
él estaba preparado, ya lo podría realizar por su propia cuenta. Aunque Moisés
tenía preparación esa preparación era secular, a él le faltaba la preparación
espiritual. No solo Moisés, sino que también todos nosotros debemos entender lo
siguiente:
1. Qué Dios es el que llama al
ministerio.
2. Qué a los que Dios llama, Dios
prepara.
3. Qué a los que Dios prepara, Dios
capacita.
4. Qué a los que Dios capacita, Dios
equipa con dones y talentos.
5. Que a los que Dios equipa, Dios los
envía en el tiempo de El.
6. Qué a los que Dios envía, Dios
respalda.
Aprendamos
esta gran verdad espiritual y aprendamos a esperar el tiempo de Dios, para
realizar lo que El en su gracia nos ha encomendado hacer.
Ps.José Piza
Nivela.
Seminario
Bíblico Restauración.
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