En Jeremías capítulo 31 verso 18 dice: "Ciertamente yo he oído
a Efraín que se lamentaba diciendo:
’Me azotaste, y fui castigado como novillo indómito. Hazme volver, y volveré;
porque tú eres Jehovah mi Dios. Porque después de desviarme, me arrepentí; y
después de darme cuenta, golpeé mi muslo. Fui avergonzado y también afrentado, porque he llevado el oprobio de
mi juventud”
Aquí encontramos una poderosa alegoría, a Efraín, es decir, al pueblo
de Israel, el reino del norte, se lo compara con un novillo indómito. Esta
palabra significa; salvaje, indomable, que no admite disciplina ni corrección.
Es así, como Dios describe a su pueblo.
Veamos algunas lecciones que
podemos extraer de esta alegoría.
·
Israel se cree soberano. Nada ni nadie puede intervenir en su vida. El
es absoluto, las decisiones que toma son basadas en su propio consejo y
sabiduría, no desea rendirle cuentas a nadie, para él no existe otro dios, que
él mismo.
·
Israel está vendido a la obstinación. Su vida se caracteriza por la terquedad, por
esta causa es comparado a un animal salvaje. Durante toda su vida ha traspasado
los límites que Dios le puso.
·
Israel es insaciable en su pecaminosidad. Así como un novillo es su deseo carnal, entre
más peca, más aumenta su deseo. Su lujuria es desenfrenada
Veamos las consecuencias de su desenfreno.
·
El pecado enceguece a la persona. El texto nos habla de qué después de darse cuenta, es decir, mientras
estuvo lejos de Dios no se dio cuenta de la enormidad de su lujuria.
·
El pecado trajo como resultado la vergüenza. Esta es una enseñanza que se repite a lo largo
de toda la Biblia, las consecuencias del desenfreno, de las pasiones
incontroladas, de los adulterios, borracheras, orgías y apetitos de la carne,
no serán motivo de honra ni de buen nombre, sino de humillación y deshonra.
·
El pecado produce siempre dolor. Nuestro texto dice “que Efraín golpeó su muslo”
Esta expresión en el idioma hebreo nos habla de todo el dolor que tuvo que
experimentar Israel por causa de vivir una vida licenciosa.
Conclusión:
Al ver la condición de Israel,
veo en ella la condición de muchos creyentes en el día de hoy, creyentes que
viven vidas sin control, sin límites a su pecaminosidad, controlados por la
lujuria, la inmoralidad y un apetito insaciable por hacer lo malo.
Cada uno de nosotros podemos
vivir la vida como más creamos conveniente, pero recordemos algo, todo lo que
hacemos tarde que temprano nos pasará la factura.
¡Que Dios nos ayude a vivir
vidas dignas del llamamiento que hemos recibido de El y que los que viven esta
clase de vida, al igual que Israel, puedan reconocer su situación y tornarse al
Dios de amor.
Dios los bendiga.
Ps. José Piza N.
muy bueno el seminario pero si pudiera agregar algunas citas donde comparar algunos otros ejemplos sobre el tema; o solo se habla del libro de jeremias
ResponderEliminaralgunas citas que muestren mas sobre el tema
ResponderEliminarMuy buena sintesis sobre el tema
ResponderEliminarExcelente
ResponderEliminarMuy pero muy bueno es la realidad de hoy en día gracias mi Dios
ResponderEliminar