En el salmo 51, el salmista David, al reconocer su pecado, le hace tres peticiones, le pide que borre, lave y limpie, de esos tres verbos deseo extraer el pensamiento de hoy.
1.En el idioma hebreo la petición de David implica que Dios le quite su pecado por medio de la acción de frotar o fregar, exactamente como se quitaba el sucio de la ropa. En la ley, de la cual David era conocedor. En Éxodo 32.32 se decía que el pecador debía de ser borrado del libro de Dios,. En Numero 5:23, se dice que el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro y serán borradas con aguas amargas. David sabía eso, y le pide a Dios que borre su pecado.
2. David le pide a Dios que lo lave de su maldad. La palabra "lavar", esta palabra aparece 37 veces en el Antiguo Testamento aparece relacionada con lavar un vestido o lavarse las manos, los pies y el lavamiento del cuerpo. David reconocía que aunque su pecado ya había sido perdonado, el pecado había contaminado su alma y su espíritu, el ahora necesita purificación, le pide a Dios que lo limpie, David dice lavame más y mas, no solo significa solo lavame varias veces, significa también hazme un lavamiento profundo y total.
3. Finalmente dice "Y limpiame de mi pecado", esto se refiere, a una limpieza ceremonial. David necesitaba ceremonialmente ser declarado limpio, pues contaminado debía. de ser excluido del tempo, es decir, que su relación con Dios debía de ser restaurada.
Estas peticiones de David nos enseña que el pecado debe de ser tratado a fondo, no con liviandad sino con drasticidad.
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