lunes, 15 de julio de 2019

Borrado, lavado y limpiado.

En el salmo 51, el salmista David, al reconocer su pecado, le hace tres peticiones, le pide que borre, lave y limpie, de esos tres verbos deseo extraer el pensamiento de hoy.
1.En el idioma hebreo la petición de David implica que Dios le quite su pecado por medio de la acción de frotar o fregar, exactamente como se quitaba el sucio de la ropa. En la ley, de la cual David era conocedor. En Éxodo 32.32 se decía que el pecador debía de ser borrado del libro de Dios,. En Numero 5:23, se dice que el sacerdote escribirá estas maldiciones en un libro y serán borradas con aguas amargas. David sabía eso, y le pide a Dios que borre su pecado.
2. David le pide a Dios que lo lave de su maldad. La palabra "lavar", esta palabra aparece 37 veces en el Antiguo Testamento aparece relacionada con lavar un vestido o lavarse las manos, los pies y el lavamiento del cuerpo. David reconocía que aunque su pecado ya había sido perdonado, el pecado había contaminado su alma y su espíritu, el ahora necesita purificación, le pide a Dios que lo limpie, David dice lavame más y mas, no solo significa solo lavame varias veces, significa también hazme un lavamiento profundo y total.
3. Finalmente dice "Y limpiame de mi pecado", esto se refiere, a una limpieza ceremonial. David necesitaba ceremonialmente ser declarado limpio, pues contaminado debía. de ser excluido del tempo, es decir, que su relación con Dios debía de ser restaurada.
Estas peticiones de David nos enseña que el pecado debe de ser tratado a fondo, no con liviandad sino con drasticidad.

jueves, 11 de julio de 2019

Lo impropio de la ansiedad

Luego de mostrar lo insensato de poner la mira en las cosas materiales en la parábola del rico insensato, el Señor Jesús sigue reforzando lo impropio del afán y la ansiedad con la siguiente enseñanza:Dijo luego a sus discípulos: Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.
 La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido.
 Considerad los cuervos, que ni siembran, ni siegan; que ni tienen despensa, ni granero, y Dios los alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que las aves? ¿Y quién de vosotros podrá con afanarse añadir a su estatura un codo? Pues si no podéis ni aun lo que es menos, ¿por qué os afanáis por lo demás? Considerad los lirios, cómo crecen; no trabajan, ni hilan; mas os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió como uno de ellos. Y si así viste Dios la hierba que hoy está en el campo, y mañana es echada al horno, ¿cuánto más a vosotros, hombres de poca fe? Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Lucas 12:22-29.El presenta los siguientes argumentos:
1. El valor de la vida. No vivimos para comer, si comemos para vivir, la vida es mas importante que la comida, si Dios nos da la vida, sin duda alguna, El nos dará la comida también, de hecho, El solo no nos da la vida biológica sino Su propia vida, la vida eterna.
2. Los cuervos.La segunda razón por la que debemos estar tranquilos con respecto a las cosas materiales, es que Dios cuida y sostiene a los cuervos, aves que no tienen graneros ni despensas, si Dios cuida de ellos, seguramente lo hará con nosotros.
3. Los lirios. Ni el propio Salomón se vistió como uno de ellos,lirios que mañana se secará y será echado al horno, cuánto más a nosotros
4. La omnisciencia del Padre. El Padre sabe todas las cosas, El sabe lo que necesitamos para nuestro sustento y vida.
 No olvidemos que El es nuestro Pastor y que nada nos faltará.

miércoles, 10 de julio de 2019

El muchacho endemoniado

A diferencia de muchos teólogos contemporáneos, el Señor Jesús creía en la existencia de Satanás y los demonios, pues entonces gran parte de los evangelios carecerían de validez y credibilidad..
En el capítulo 9, del verso 17 al 29, del evangelio de Marcos encontramos la siguiente historia:"Cuando llegó a donde estaban los discípulos, vio una gran multitud alrededor de ellos, y escribas que disputaban con ellos. Y en seguida toda la gente, viéndole, se asombró, y corriendo a él, le saludaron.El les preguntó: ¿Qué disputáis con ellos?Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, dondequiera que le toma, le sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echasen fuera, y no pudieron. Y respondiendo él, les dijo: !!Oh generación incrédula! ¿Hasta cuándo he de estar con vosotros? ¿Hasta cuándo os he de soportar? Traédmelo. Y se lo trajeron; y cuando el espíritu vio a Jesús, sacudió con violencia al muchacho, quien cayendo en tierra se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: ¿Cuánto tiempo hace que le sucede esto? Y él dijo: Desde niño.Y muchas veces le echa en el fuego y en el agua, para matarle; pero si puedes hacer algo, ten misericordia de nosotros, y ayúdanos.
Veamos, en primer lugar:
1. La obra Satánica.
a. Ésta obra maléfica se venía operando "desde la niñez". Qué triste debe de haber sido la vida de éste muchacho y de sus familiares, el demonio lo había poseído desde muy temprana edad.
b. Ésta obra diabólica ejercía sobre ésta vida un dominio total, en muchas ocasiones lo arrojaba tanto al fuego como al agua. Éste muchacho era una víctima de los deseo del demonio.
c. Las consecuencias eran fatales, lo desgarraba, echaba espumarajos, crujía los dientes, se ponía rígido, se revolcaba, era lanzado al fuego, se quemaba, al agua, para ahogarlo. Lo que el demonio trataba de hacer era matarlo. 
He escuchado a muchos teólogos y maestros bíblicos enseñar que Satanás y los demonios simplemente eran una creencia del pueblo de Israel, y que Jesús se adaptó a esa creencia, si esto fuera así, gran parte del evangelio y de la Biblia carecería de sentido.
 Las Escrituras son claras, así como hablan de la existencia de Dios, también hablan de la existencia de espíritus malignos y de Satanás, cuyas metas son la de poseer y destruir al ser humano. Solamente Jesús tiene la facultad de libertar al ser humano. Ponga su confianza en El y será libre de toda influencia maligna.
José Piza Nivela