Cuando
Moisés estaba pastoreando las ovejas de su suegro, vio una zarza que no se
consumía, intrigado por esto, fue a ver, y en ese instante, Dios le hizo el
llamado, para que vaya y saque a su pueblo de la esclavitud egipcia.
Moisés
cuestiona a Dios diciendo: “Al llegar a los hijos de Israel, y decirles que
Dios se me ha aparecido, si ellos me preguntaren por tu Nombre, qué les
responderé yo. Entonces Dios le dijo: “Les dirás que Jahvéh se te ha aparecido,
y que Jahvéh te ha enviado, que éste es mi Nombre, y que con él se me recordará
perpetuamente”.
El Nombre
Jahvéh aparece aproximadamente 7000 veces en el Antiguo Testamento, solo en los
libros de Ester, Eclesiastés y Cantara de los Cantares no aparece ´éste Nombre.
Este Nombre solo era pronunciado por los sacerdotes, mientras realizaban sus
oficios en el templo, luego que el templo fue destruido en el año 70, el Nombre
dejó de ser pronunciado.
Cada vez que
se leían las Escrituras, los hebreos lo reemplazaban por el Nombre Adonay, y
debido a esto, la pronunciación correcta del Nombre desapareció.
El Nombre
Jahvéh lleva implícita tres grandes verdades:
·
La
Eternidad de Dios.
·
La Infinidad de Dios.
·
La inmutabilidad de Dios.
Hablar de
Jahvéh, es hablar de un Dios Eterno, Infinito e Inmutable. El Nombre Jahvéh
siempre está vinculado a pactos, es decir, cada que aparece el Nombre, la
connotación es que El es un Dios que realiza pactos con el hombre.
Los Hebreos
sentían gran reverencia por el Nombre, pues cada vez que se lo iba a escribir,
la pluma era limpiada siete veces.
Amados temamos y reverenciemos este glorioso
Nombre, las Escrituras Sagradas nos dicen que Dios no dará por inocente al que
toma su Nombre en vano.
Dios los bendiga.
Ps. José Piza Nivela.
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