lunes, 28 de noviembre de 2016

El nombre de Dios

El Nombre de Dios: “Jahvéh”
Cuando Moisés estaba pastoreando las ovejas de su suegro, vio una zarza que no se consumía, intrigado por esto, fue a ver, y en ese instante, Dios le hizo el llamado, para que vaya y saque a su pueblo de la esclavitud egipcia.
Moisés cuestiona a Dios diciendo: “Al llegar a los hijos de Israel, y decirles que Dios se me ha aparecido, si ellos me preguntaren por tu Nombre, qué les responderé yo. Entonces Dios le dijo: “Les dirás que Jahvéh se te ha aparecido, y que Jahvéh te ha enviado, que éste es mi Nombre, y que con él se me recordará perpetuamente”.
El Nombre Jahvéh aparece aproximadamente 7000 veces en el Antiguo Testamento, solo en los libros de Ester, Eclesiastés y Cantara de los Cantares no aparece ´éste Nombre. Este Nombre solo era pronunciado por los sacerdotes, mientras realizaban sus oficios en el templo, luego que el templo fue destruido en el año 70, el Nombre dejó de ser pronunciado.
Cada vez que se leían las Escrituras, los hebreos lo reemplazaban por el Nombre Adonay, y debido a esto, la pronunciación correcta del Nombre desapareció.
El Nombre Jahvéh lleva implícita tres grandes verdades:
·         La Eternidad de Dios.
·          La Infinidad de Dios.
·          La inmutabilidad de Dios.
Hablar de Jahvéh, es hablar de un Dios Eterno, Infinito e Inmutable. El Nombre Jahvéh siempre está vinculado a pactos, es decir, cada que aparece el Nombre, la connotación es que El es un Dios que realiza pactos con el hombre.
Los Hebreos sentían gran reverencia por el Nombre, pues cada vez que se lo iba a escribir, la pluma era limpiada siete veces.
 Amados temamos y reverenciemos este glorioso Nombre, las Escrituras Sagradas nos dicen que Dios no dará por inocente al que toma su Nombre en vano.
 Dios los bendiga.

 Ps. José Piza Nivela.

viernes, 28 de octubre de 2016

Todo el consejo de Dios.

Tema: Todo el consejo de Dios.

  En  Hechos de los Apóstoles, el capítulo veinte, versículo veintisiete;  el apóstol Pablo, hablándole a los ancianos de la iglesia de Éfeso, en Mileto, entre otras cosas les dice: “porque no he rehuido anunciaros todo el consejo de Dios”.
El apóstol se estaba despidiendo de estos ancianos; les decía que ya no volverían a verse en esta vida; y la carga de su corazón era que ellos retuvieran todo el consejo de Dios; el apóstol tenía carga por todo el consejo de Dios. Sea esa la carga de todos los ancianos y de todos los hijos de Dios: todo el consejo de Dios.
Cuando el apóstol escribía una carta a la iglesia de los Tesalonicenses, la primera a los Tesalonicenses, capítulo tres, versículo diez, les decía: “orando de noche y de día con gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y completemos lo que falte a vuestra fe”. Es importante ver también en esta carta la carga del apóstol, de completar la fe de la iglesia; completemos lo que falte a vuestra fe.
A Timoteo también el apóstol le hablaba en los siguientes términos, en la primera carta, capítulo dos, versículo cuatro: “Dios quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad”. En este pasaje, la versión Reina- Valera que estamos leyendo, revisión de 1960, nos dice simplemente: “vengan al conocimiento de la verdad.”.
No obstante, en el original griego, la palabra no es solamente “gnosis”, que quiere decir “conocimiento”; la palabra que utiliza el apóstol en el original griego es “epignosis”; se refiere al pleno conocimiento de la verdad. El tiene aquí la carga, no solamente de que los hombres sean salvos, sino que, una vez que hayan sido salvos, vengan al pleno conocimiento de la verdad.
Es importante recordar lo que el Señor Jesús le contestó a Satanás en la tentación. Registra Mateo, en el capítulo cuatro, versículo cuatro, que el Señor le contestó: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Otro pasaje importante, en Colosenses, el capítulo uno, el versículo veinticinco, nos dice que Pablo fue hecho ministro de la Iglesia, según la administración de Dios que me fue dada, dice él, para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios. Aquí también la palabra clave es: “anunciar cumplidamente la palabra de Dios”.
Por lo tanto amados no dejemos de anunciar todo el consejo de Dios.



domingo, 8 de mayo de 2016

Es bíblico el diezmo?

El diezmo.  
En Malaquías 3, del 7 al 10, se nos habla de todos los diezmos y ofrendas. Estos diezmos y ofrendas eran exclusivos para el pueblo de Israel, notemos que Dios acusa al pueblo de Israel de robarle todos los diezmos y ofrendas. Todos los diezmos no sólo significaban los primeros frutos de lo Israelíes, sino también los numerosos otros décimos que debían pagarse. Incluidos con los diezmos, había ofrendas de mandato, votos, sacrificios, holocaustos, y un diezmo cada tercer año por encima de lo demás. Deuteronomio 12:11 Nehemías 13:5 Números 18:26, Levítico 27:31
Si los pastores desean apegarse a la enseñanza del Antiguo Testamento, practíquenla tal como ahí se enseña, cada tres años, el diezmo era para los pobres, y cada siete años no se recogían diezmos, pues en el séptimo año nadie sembraba, pues la tierra debía de descansar.
Los pasajes que hablan al respecto son: Deuteronomio 26:12, se menciona un diezmo para las viudas, éste era el diezmo de cada tercer año , por encima del diezmo de las primicias. El séptimo año no se diezmaba. Lv. 25:4.
¿Quiénes recibían el diezmo?
En hebreos 7:4, dice:” Ciertamente los que de entre los hijos de Levi reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos, aunque éstos también hayan salido de los lomos de Abraham". El diezmo lo recibían exclusivamente los levitas. Ni Jesús, ni Pablo, ni ningún otro apóstol recibieron diezmos, ni mucho menos enseñaron sobre él, pues ellos no eran levitas.
Además debemos de mencionar que Jesús nunc diezmó, ya que los diezmos l o daban del fruto de la tierra y de los animales, todos los artesanos estaban exentos de pagar diezmos.
¿Está el diezmo vigente?
En el Nuevo Testamento no encontramos ninguna enseñanza sobre el pago de diezmos, ya que éstos pertenecían a la antigua dispensación, la dispensación de la ley.
En Efesios 2; 15, el apóstol Pablo nos dice:” aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz,”
Ningún Pastor, maestro, profeta o apóstol debe de recibir diezmos ya que los únicos autorizados para recibirlo eran los de la tribu de Leví.
Por lo tanto amado hermano no se deje embaucar por obreros fraudulentos, que tienen apariencia de piedad.
Dios le bendiga.
Ps. José Piza N


domingo, 17 de enero de 2016

La gran comisión.

La gran comisión.


La gran tarea es de hacer discípulos
Debió haber sido muy importante para Jesús, antes de partir hacia los cielos, darle a sus discípulos sus últimas instrucciones. Durante tres años y medio, les había enseñado todo lo relacionado con el reino de Dios, por lo tanto, sus últimas instrucciones  revestirían gran importancia.
¿Cuáles fueron sus instrucciones?¿ Qué consejos les dio?¿Los instruyó sobre cómo dirigir el ministerio?¿Les enseñó sobre las persecuciones?. De ninguna manera. Veamos su más importante mandamiento:
“Toda potestad me es dada en los cielos y la tierra, por tanto, id y hacer discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que les he mandado”(Mateo 28:18-20).
Antes de analizar su último y gran mandamiento, veamos la base del mismo, la base para ésta orden radica, en que El ha recibido todo poder y autoridad, es como si les dijera, no se preocupen por nada, confíen, yo tengo todo el poder, El les dijo yo tengo todos los recursos, solamente ustedes hagan lo qué les he encomendado:”Vayan y hagan discípulos”.
Ésta es la gran tarea de la iglesia, El nunca nos dijo que organicemos coros, ni grupos musicales, ni reuniones de parejas, adolescentes, jóvenes, reuniones de solteros, de divorcios, ni encuentros, ni retiros, ni que construyamos templos, ni qué hagamos programas, Su orden es la de hacer discípulos.
 De hecho, la palabra “cristiano,  solo aparece tres veces en la Biblia, la palabra “creyente”, aparece 19 veces, mientras que la palabra”discípulo”, aparece 176 veces. Jesús no nos mandó a construir edificios, fue a partir del siglo cuarto que la iglesia recién empezó a adquirir edificios, hemos gastado millones de dólares en la adquisición de suntuosos templos y hemos sobrecargado a la congregación para el sostenimiento de los mismos.

La tarea de la iglesia es clara, tiene un sola meta, “discipular”, si la iglesia no tiene discipulado, está fallando en la gran tarea que Jesús le encomendó.
En Mateo 28:19- 20, Jesús nos sigue diciendo:”Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo, ensenándoles  que guarden todas las cosas que os he mandado…”
El discípulo sigue a su maestro
 Quisiera enfatizar, qué lo que Jesús está diciendo es una orden, no es un consejo, no es una opción, es un mandamiento, y utiliza dos verbos en imperativo:”id y haced”, no dice esperen que vengan, la orden es de salir a discipular, y éste llamado a discipular abarca a todas las naciones.
 Habíamos dicho que,  el término para identificar a los seguidores de Jesús, no es el de creyentes sino de discípulos. A estos discípulos hay que enseñarles que guarden todas las cosas que Jesús les había enseñado a ellos.
Permítame enfatizar ésta verdad, todo discípulo debe de ser enseñado en todo lo que Jesús ha enseñado, hay que enseñarles “todo”, no una parte, no lo que me conviene que sepa, hay que enseñarles todo.
Entonces si en una iglesia,  todos no tienen el mismo conocimiento, la iglesia está fallando en su misión. Pero de aquí se desprende otra verdad, para enseñar todo lo que Jesús enseñó, el que enseña debe de saber todo lo que Jesús enseñó, es decir, el que enseña debe de estar capacitado para poder enseñar, y para estar capacitado se desprenden otras verdades.
1.      El que enseña debe de haber sido enseñado. Con esto no estamos diciendo que debió haber asistido a un lugar de enseñanza, pues conozco a algunos que se graduaron conmigo, y a otros que egresaron de un seminario, y que tienen sus títulos, pero en su enseñanza dejan mucho que desear. Cuando hablo de haber sido enseñado, estoy hablando de que asimiló esos conocimientos, que los interiorizó, que los comprendió.
2.      El que enseña debe de tener capacidad para hacerlo. En 1 a Timoteo, entre los requisitos del obispo, anciano o pastor, Pablo, o más bien, el Espíritu Santo, dice que “debe de ser apto para enseñar”, debe de tener la capacidad, dada por Dios, para enseñar. Hay personas que tienen conocimiento, más no tienen la capacidad para enseñar, debido a esto es que en las iglesias encontramos personas (incluyendo pastores y líderes), que desconocen las doctrinas básicas del cristianismo. Si un anciano o pastor no tiene la capacidad de enseñar, sencillamente no ha sido llamado por Dios. Eso dice la Biblia y punto.
3.      El que enseña debe de haber sido llamado por Dios. A estos doce, a quienes Jesús les dio la orden, fueron llamados por El.